FABIEN MAMÁN es uno de los principales expertos mundiales en terapia de sonido vibracional. En 1977 fue pionero en la elegante técnica no invasiva de utilizar diapasones en los puntos de acupuntura en lugar de agujas.
Según las investigaciones de Maman, existen 12 frecuencias exactas para los doce meridianos de acupuntura, cada una de las cuales corresponde a un órgano o víscera del cuerpo humano.
La genialidad de este método es que el tallo del diapasón transmite la frecuencia al meridiano, a las células y al ADN, mientras que la vibración de las puntas transmite la misma frecuencia a la contraparte del meridiano, al campo energético, para borrar la fuente de los patrones negativos en el cuerpo etérico, que, con el tiempo, pueden manifestarse como síntomas en el cuerpo físico.
El tono fundamental de cada meridiano fue corroborado por la investigación realizada por el físico francés JOEL STERNHEIMER quien descubrió las frecuencias vibratorias de las partículas elementales, la «música de las moléculas».
Según Sternheimer, la nota fundamental de los órganos y meridianos nunca cambia, pero si hay un problema, se «desafinan» y las moléculas dejan de vibrar. Una vez que escuchan la melodía que reconocen como propia, se sintonizan con su frecuencia original y comienzan a vibrar nuevamente4.
A principios de los años 80, realizó experimentos en la Universidad de Jussieu en París, demostrando el impacto del sonido acústico en las células humanas y sus campos de energía. Descubrió que a través de una serie de sonidos acústicos, las células cancerosas explotaban y las células sanas se energizaban y se fortalecían.5
Fabien Maman, con una cámara Kirlian, pudo documentar lo que sucede con los campos energéticos de células humanas sanas cuando se las expone a una escala cromática de frecuencias sonoras. Descubrió que el color y la forma de cada célula y su campo de energía sutil (Aura) cambiaban según el tono y el timbre de cada nota musical.
También descubrió que cuando la célula sentía una «afinidad vibratoria» con una determinada nota, el aura de la célula se transformaba en una forma de mandala con colores vibrantes de rosa y azul. Maman concluyó que ésta era la «nota fundamental» de la célula y que en la persona «afinada» con ella se podía lograr la armonía dentro de las células, su campo energético y el mundo exterior.
3 https://tama-do.com/roothtmls/cell-research.html#title
4 ibid.
5 https://tama-do.com/roothtmls/acupuncture.html#title