Un aspecto importante de la terapia con frecuencias específicas es la emisión de estas potentes frecuencias al sistema nervioso a través del sistema auditivo.
El Dr. Alfred Tomatis es un destacado médico y filósofo francés que desarrolló una nueva ciencia multidisciplinaria llamada audiopsicofonología (APP).
En su investigación descubrió que casi todos los nervios craneales conducen al oído.
En particular, el oído está relacionado con el nervio vago, que afecta a la laringe, los bronquios, el corazón y el tracto gastrointestinal; por lo tanto, nuestra respiración, frecuencia cardíaca y digestión.
El oído está anatómica y estructuralmente estrechamente relacionado con los nervios óptico y oculomotor y, por lo tanto, está interrelacionado con el proceso de la visión y el movimiento.
El Dr. Tomatis ha sido llamado el «Einstein del sonido» porque creía que los cantos sagrados (especialmente las frecuencias de Solfeggio) podían «cargar el cerebro”.
En El Poder Secreto de la Música, de David Tame, el autor pregunta:
“¿Afecta la música al cuerpo físico del hombre? La investigación moderna responde con una clara afirmación. Apenas existe una sola función del cuerpo que no se vea afectada por los tonos musicales. Las raíces de los nervios auditivos están más ampliamente distribuidas y poseen conexiones más extensas que las de cualquier otro nervio del cuerpo. La investigación ha demostrado que la música afecta la digestión, las secreciones internas, la circulación, la nutrición y la respiración. Incluso se ha descubierto que las redes neuronales del cerebro son sensibles a los principios armónicos”.